Que las finales de los grandes eventos deportivos son auténticos puntos de atracción de audiencias millonarias no es una novedad. De hecho, los dos acontecimientos que más espectadores reúnen en todo el mundo son, por un lado, la Superbowl estadounidense y, por otro, la Liga de Campeones europea.
Estas grandes audiencias deberÃÂan ser un dato muy positivo para con los anunciantes que se encargan de publicitar estos eventos pero existe un pequeño problema añadido. Dependiendo del resultado de esas finales, los beneficios serán más o menos abundantes. Los espectadores se decantan por ver o no el encuentro dependiendo de su evolución, y dicha evolución nunca se conoce de antemano.
Según comenta al respecto Actualidad Económica: «Ese planteamiento abre la puerta a un sistema de tarifas basado en la evolución del resultado». Sin embargo, estas perspectivas de precios que varÃÂan es aún un castillo en el aire.