Desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX se estuvo perfeccionando una máquina que sin duda tendría una trascendencia brutal en el mundo de las telecomunicaciones, la máquina de fax. Ya en los años 60’ el ejército de Estados Unidos fue capaz de enviar la primera fotografía con tecnología fax hasta Puerto Rico, lo que sin duda suponía un avance sin precedentes.

Esta tecnología, fue comercializada por empresas como Xerox (hoy día el proveedor más grande de mundo en fotocopiadoras y accesorios de impresión) en el año 1964 patentó lo que se conoce la primera máquina de fax moderna con el nombre de LDX. Estas siglas vienen a significar algo así como xerografía a gran distancia. Xerox siguió mejorando el apartado disminuyendo su tamaño y facilitando su uso.

De esta forma, en 1970 el fax se convirtió en un elemento indispensable para las empresas vanguardistas de la época. Algo que continua siendo hoy día por su capacidad para transmitir copias fidedignas de documentos originales entre dos puntos muy alejados, lo que permite crear alianzas entre empresas e instituciones separadas por barreras geográficas.

Hoy día, esta ventaja tiene si cabe más importancia dada la facilidad que Internet ofrece para establecer asociaciones entre empresas que se encuentran en distintos puntos del planeta. De manera que una entidad que se encuentra en Madrid puede ser cliente de una que se encuentra en Río de Janeiro sin problemas comunicativos. Así en el envío de documentos es importante el fax.

Pero la realidad actual exige fórmulas más eficientes, que funcionen más rápido, que consigan más fácilmente los objetivos y que se integren más cómodamente con las nuevas fórmulas de trabajo íntimamente relacionadas con internet. Así ha nacido en los últimos años el llamado fax on line, un nuevo método de envío y recepción de fax por internet que se integra con el servicio de email para conseguir más eficiencia de trabajo. Hoy invito a descubrirlo en el enlace incluido.