La mayoría de los concesionarios de automóviles en el segmento económico y medio obtienen el beneficio principal no de las ventas de automóviles, sino de su servicio. Intentamos comparar precios y calidad de servicio en el servicio oficial y el club…

Los fabricantes mundiales de automóviles han entendido desde hace mucho tiempo que pueden ganar dinero no solo vendiendo sus propios productos, sino también con piezas de repuesto. Por supuesto, esta declaración no se aplica a preocupaciones como Ferrari o Rolls-Royce, que incluyen el servicio en el precio del automóvil en sí, pero la mayoría de las empresas que producen automóviles de clase media y de bajo costo se benefician del servicio y de la venta de piezas de repuesto como el aceite de motor castrol en las palmas.

Tomemos, por ejemplo, el más popular en el mercado de automóviles de Rusia – de Mitsubishi Lancer X . Este modelo se vendió con un margen mínimo y muy a menudo a crédito. Los rusos compraron un automóvil de manera muy inteligente, a menudo sin pensar en el costo del servicio y las piezas de repuesto. Entonces, los concesionarios oficiales «se calentaron las manos» bien, porque el propietario de un automóvil nuevo no podía «dejar» que lo repararan en el garaje; el automóvil habría perdido la garantía.

Concesionario oficial

Según el maestro consultor de la estación de servicio del concesionario oficial «Rolf» Mikhail Beletsky, antes de la crisis de 2008, ¡las colas para la reparación de automóviles Mitsubishi eran de dos meses! El cliente se inscribió para el próximo servicio ya en el mantenimiento programado anterior. Pero después de 2008 todo cambió, y no para mejor para los concesionarios oficiales.

Fue la crisis de 2008 la que puede considerarse el punto de partida del rápido desarrollo tanto de los servicios no oficiales como de los clubes: los coches comprados en el pico de actividad del consumidor empezaron a quedarse sin garantía, y era muy caro seguir reparándolos desde “ funcionarios ”. Sin embargo, todavía no se puede decir que las estaciones de servicio de los concesionarios estén vacías.

Me pregunto quiénes son estas personas atendidas en los servicios oficiales y qué razones dan para elegir una estación de servicio oficial, pero costosa. Entre mis conocidos estaba el propietario del automóvil Mitsubishi Lancer X Alexei Kurepin. Simplemente acude a los «funcionarios».