La clave del éxito de dejar el tabaco tradicional por el vaporizador se basa en dos argumentos mayores. Es muy importante poder testar los líquidos para el vapeo antes de comprarlos, porque el sabor escogido puede gustar, con el riesgo de cansarse demasiado rápido, y a veces la posibilidad de abandonar.
También se aconseja tener al menos dos líquidos que gusten, puesto que esto permite alternar a lo largo del día, o cada 2 días, para mantener el placer intacto. El placer es el elemento crucial del vapeo si se quiere dejar de fumar. Este placer debe convertirse en algo superior al placer ofrecido por el cigarrillo.
La nicotina
El segundo componente, tiene importancia todavía más crucial para obtener el objetivo de dejar el tabaco, es el de la nicotina. No hay que tener miedo de la nicotina, el peligro del tabaquismo es debido a la inhalación del humo, no al de la nicotina. Un vegetal quemado, sea cual sea, puede producir sustancias cancerígenas, monóxido de carbono, elementos tóxicos para el sistema cardiovascular, partículas finas sólidas que están en el origen de problemas respiratorios.
Ciertamente, no solo está la nicotina que produce la dependencia del tabaco, pero no cabe duda de que es uno de los componentes fundamentales. Querer dejar de fumar con un cigarrillo electrónico sin nicotina conduce prácticamente a una vuelta al tabaco tradicional.
El sabor de los líquidos
Un último punto importante está en relación con los líquidos. Las proporciones de glicerina vegetal y propilenglicol. Ciertas personas son sensibles al propilenglicol y necesitan un líquido con mayor dosis de glicerina vegetal, porque esto suaviza la irritación provocada por el propilenglicol. En cualquier caso, la glicerina vegetal produce más vapor, pero transporta peor los aromas. Bajar la tasa de propilenglicol conduce, por lo tanto, a perder un poco ese placer de los sabores.
Pero no conviene confundir la sensibilidad al propilenglicol con el hecho de toser cuando se comienza a vapear. Esto le ocurre a todo fumador, pero no es el vapor el que lo provoca, sino el humo del tabaco.
Este es muy irritante para las vías pulmonares, pero el humo del tabaco contiene sustancias anestesiantes, como el mentol, que inhiben las ganas de toser. Como no hay nada de todo esto en el vapor, los efectos irritantes de la nicotina hacen que se tosa. Pero normalmente esto desaparece muy rápido, basta con cinco o diez minutos de su uso.
Por el contrario, en cada nuevo cigarrillo, esto vuelve a comenzar. Por esta razón, es necesario dejar cualquier consumo de tabaco lo antes posible, puesto que se corre el riesgo de hacer que el vapeo sea desagradable y se termine abandonándolo.