Se estima que entre 20 y 30 millones de celulares antiguos podrían ser reparados o reciclados y, sin embargo, se encuentran inactivos y abandonados. El reciclaje de productos electrónicos podría ser una fuente de ingresos importantísima para la economía ecológica.

Recientemente en la exposición de tecnología internacional Pollutec, con sede en la ciudad francesa de Lyon, se llevó a cabo una demostración de cómo se destruyen los celulares. El objetivo es concientizar a los visitantes en las virtudes del reciclaje de celulares y en los problemas que conlleva la recolección de los dispositivos, especialmente los smartphones.

Uno de las preocupaciones de los usuarios tiene que ver con la confidencialidad de los datos almacenados en los dispositivos antiguos, lo que complica la tarea de recolección de estos aparatos.

Hacia una política para el reciclaje de celulares

En los últimos años, se ha avanzado fuertemente en nuevas leyes y disposiciones legales para mejorar los índices de reciclaje de dispositivos electrónicos, especialmente de celulares y smartphones. Según comentan fuentes cercanas a la industria del reciclaje, es muy importante que los fabricantes también adopten un compromiso ecológico y que garanticen una mejora en la durabilidad de los equipos.

La información que proviene de Pollutec da cuenta de que en 2017 se han vendido alrededor de 2 millones de celulares reciclados solamente en Francia. Esta cifra representa un 10% de la venta total de celulares en el país galo. La oferta de dispositivos reciclados a bajo costo explica estas alentadoras cifras. Mientras que un teléfono de alta gama nuevo ronda los 1.000 euros, uno del mismo nivel pero reciclado se ofrece por 100 euros. El mercado de segunda mano crece año a año y es una buena noticia para la ecología.

La mayoría de los celulares reciclados por las empresas francesas proviene de los Estados Unidos. Una de estas compañías, dedicada exclusivamente a la reparación de celulares Apple, recupera unas 500.000 unidades al año. Su tasa de reparabilidad roza el 95%.

La importancia del reciclaje de los residuos electrónicos

La vida útil de un teléfono celular moderno para un consumidor promedio es de alrededor de 24 meses. La industria se renueva constantemente y la oferta de nuevos modelos que reemplazan a los antiguos no cesa. La evolución de la industria de los teléfonos celulares crece a un ritmo apabullante.

Algunas empresas dedicadas al reciclaje de celulares ofrecen, además de un precio muy accesible, un seguro de garantía por períodos de tiempo prolongados. Esto ayuda a que sectores desfavorecidos de la sociedad puedan acceder a un celular en buen estado.

Otras empresas se dedican a rastrear, separar y recuperar cobre y otros metales preciosos de los circuitos electrónicos de los celulares desechados. En este caso se trata de dispositivos inutilizables y que no pueden ser recuperados de ninguna manera. Este tipo de compañías trabajan con un volumen de 50 toneladas de residuos electrónicos al año, entre los cuales no solamente hay celulares sino también computadoras portátiles, consolas de videojuegos y demás chatarra electrónica. De estos residuos se extraen cientos de kilogramos de oro y paladio, entre otros metales importantes.

Sin embargo, según estudios recientes, el reciclaje de metales preciosos en los teléfonos celulares genera menor ganancia que la remodelación de los dispositivos. Esto provoca que las empresas dejen de reciclar los residuos en busca de oro y otros metales. En cambio, los fabricantes están modificando la fabricación de los equipos para que sean más rentables y utilicen menos metales preciosos. Mientras tanto, la renovación y la reventa de celulares reacondicionados es la opción económicamente más provechosa para disminuir el volumen de residuos electrónicos.

Es importante saber que estos dispositivos suelen almacenar sustancias químicas altamente contaminantes en su cableado y en sus baterías. Tampoco deben ser quemados, ya que pueden emitir gases nocivos para las personas y para el ambiente. En muchos países los desechos electrónicos son considerados peligrosos y, por lo tanto, requieren una atención especializada y una cuidadosa separación del resto de los residuos.