Con el lanzamiento del popular IPhone 8 al mercado, se destapa un debate entre la tecnología, la mercadotecnia y la sociedad. Pues es la muestra clara de cómo estos tres agentes de movimiento, convergen de una forma inimaginable. Una era digital que define al ser humano, no sólo en su desempeño sino en su forma y contexto.

Los cambios técnicos o tecnológicos están ocurriendo con mucha velocidad, no podemos negar que la evolución humana es inherente al cambio técnico, lo que hoy puede ser lo más “trendy”, literal, mañana pudiera ser lo más obsoleto y ser desechado.

Un dato interesante para magnificar el tema es por ejemplo, que a la radio le tomó 30 años cubrir a un público de 50 millones de personas mientras que al internet le tomó tan solo 4 años para lograrlo.

Un desafío para nuestra sociedad en la actualidad es la cantidad de información que llega a nosotros diariamente, estamos expuestos a un bombardeo de noticias de todo el mundo, lo que da como resultado la globalización.

Hemos llegado a un punto en el que la tecnología es vital para nosotros y esto ha cambiado nuestra forma de expresarnos, sentir, de trabajar, en fin, de vivir, y no hay que irnos tan lejos para comparar el drástico cambio en la humanidad, por ejemplo, un niño de los 90’s no dependía de internet para hacer su tarea, era un niño que salía a jugar al parque e interactuaba con sus amigos cuando los veía en la escuela o en otro sitio, hoy un niño hace todo eso desde su tablet, lo cual puede repercutir de manera negativa a nivel individual o hasta familiar y social.

Parece inimaginable un mundo en el que la tecnología deje de funcionar, aunque sea por tan solo un día, incluso hay series televisivas que se han basado en este “temor” para desarrollar sus historias pero ¿será cierto que el mundo entero colapsaría?