La imagen online de cualquier persona o empresa es un aspecto fundamental actualmente: cuando entramos dentro del proceso de selección de una candidatura de trabajo, cuando buscamos que clientes consuman nuestros servicios, cuando queremos que la búsqueda de nuestro nombre no arroje resultados no deseados…
Las consecuencias que se pueden derivar de una imagen online negativa pueden ser desastrosas: pueden rechazarnos la incorporación a un trabajo nuevo o podemos perder clientes que hasta la fecha han sido fieles a nuestro negocio. En cualquier caso, se trata de aspectos que inciden negativamente en el desarrollo personal o profesional y que nos obligan a gestionar crisis de reputación online.
La reputación digital es la proyección de una persona o un negocio en un medio online. Si no entendemos lo que significa o no le damos la importancia que merece, podemos sufrir una crisis de reputación. En esa situación, ¿qué debemos hacer para eliminar cierto contenido que nos perjudica?
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No dar ningún paso en falso
Un aspecto extensible a cualquier crisis: mantener la calma. No importa la gravedad de la situación o el daño infligido en nuestra imagen online. Ante una situación tan delicada, no podemos permitirnos el lujo de obrar sin tener en cuenta todo lo que se puede desencadenar o avivar. Necesitamos meditar pausadamente y definir una estrategia de todo lo que debemos hacer para revertir la situación. En un primer momento, tal vez no podamos combatir los resultados negativos, pero sí podremos adoptar la actitud correcta para encontrar las soluciones.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europa estableció una sentencia que permite solicitar que los enlaces a nuestros datos personales no aparezcan como resultados de una búsqueda en Internet realizada con nuestro nombre. Así pues, en según qué caso, la ley nos protege y puede hacer desaparecer el problema.
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¿Dónde está el problema?
El procedimiento de actuación es diferente dependiendo si se trata de un problema de reputación empresarial o de identidad digital personal. Es por eso que lo primero que debemos hacer es localizar dónde está el problema: si es una incidencia en tu negocio, trata de resolverla; si es un cliente insatisfecho, contacta con él y busca una solución satisfactoria para ambos; si es algo que has dicho o hecho, intenta buscar una manera honesta de justificarlo… Estos asuntos no se solucionan solos. No podemos minusvalorar la capacidad de influencia que pueden tener los comentarios o los contenidos negativos generados por terceros.
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El asesoramiento más preparado
En determinadas ocasiones, la situación puede venirnos grande por no tener los suficientes contactos o conocimientos para resolver un problema dentro del entorno digital. En este caso, si no sabemos el alcance de nuestra crisis o ni tan siquiera sabemos qué hacer, lo más recomendable es contactar con los profesionales más experimentados en situaciones de crisis de reputación online para que reconstruyan nuestra identidad digital. Todas las acciones que emprendamos para resolver una crisis deben estar bien pensadas y ejecutadas o, de lo contrario, pueden agravar la situación.
